“Obtienes increíbles resultados cuando le permites al niño que desarrolle todo su potencial. En un tratamiento yo les permito que sean todo lo que pueden ser. Ellos son los que realizan la curación, yo sólo abro la puerta.”
Dra. Viola Frymann
En Ana Hueso Fisioterapia tratamos al bebé de forma holística. Con el método Poyet utilizamos la osteopatía craneal, o también llamada terapia cráneo sacra, para reequilibrar los posibles bloqueos de movimiento no sólo en los huesos del cráneo si no también en toda la columna y estructuras que puedan estar interviniendo en una disfunción de movilidad.
Esta técnica es muy suave y lo más importante es que no es dolorosa, tu bebé no va a sentir ningún dolor durante el tratamiento.
Es muy importante que el bebé haya sido visto por su pediatra para eliminar posibles complicaciones que pueden tener como síntomas problemas craneales o faltas de movilidad. El médico es el especialista que debe ver al bebé como primera opción, una vez descartadas otras complicaciones, es el momento de acudir a tu fisioterapeuta.
Hay muchos factores que hacen que el cráneo del bebé se deforme o no se mueva con normalidad, aquí detallamos los 3 más frecuentes:
El trabajo del parto. Para nacer, tu hijo debe descender por el estrecho canal del parto y su cabeza debe abrirse paso gracias a la plasticidad que posee. La presión a la que se ven sometidas las fontanelas hace que se desplacen de tal forma que los pequeños llegan al mundo con la carita congestionada, la nariz aplastada y la cabeza ligeramente deformada. Los niños nacidos por cesárea no lo suelen presentar de forma tan acentuada, pero la comprensión uterina y el tiempo que han pasado encajados causan también cierta deformidad.
Empleo de instrumental en el parto. El uso de fórceps, palas o ventosas, además, puede ocasionar la aparición de hematomas circulares o laceraciones en el cuero cabelludo que no suelen revestir gravedad y que se curan en unos días.
Permanecer en la misma postura. Desde hace años, los pediatras recomiendan que los niños duerman boca arriba, pues esta posición reduce el riesgo de padecer muerte súbita del lactante. Pasar demasiadas horas en esta postura, dada la moldeabilidad de su cráneo, puede hacer que éste se deforme en uno de sus lados –patología que denominamos plagiocefalia– o que parezca plano –braquicefalia.
Hay que hacer una valoración exhaustiva no sólo de movilidad craneal si no de posibles restricciones de movimiento a nivel del todo el cuerpo del bebé porque una postura mantenida puede tener repercusiones a nivel global.
¿Porqué es tan importante la movilidad cráneo-sacra?
El bebé tiene una capacidad infinita de autoregulación y en muchas ocasiones la hipomovilidad se resuelve sin necesidad de tratamiento. Pero en otros casos no es así. La falta de movilidad cráneo-sacra puede hacer que la mandíbula no se abra correctamente, esto implica que el niño no puede mamar con normalidad. La aparición de grietas en el pecho y la pérdida de peso del bebé cuando aparentemente está comiendo con normalidad son 2 síntomas que nos deben hacer pensar que hay algo que no va bien. En la mayoría de las ocasiones hay una mala movilidad craneal que impide que el bebé haga un buen agarre en el pecho, pero también habría que valorar otros problemas como frenillo sublingual corto o revisar las postura para amantar.
En Ana Hueso Fisioterapia trabajamos codo a codo con Rocío Romero, pionera en Alcalá con su proyecto Mamandoo, y todos los problemas relacionados con la lactancia y la falta de movilidad craneal los abordamos de manera conjunta para un exitoso resultado.
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