Hay dolores que ocurren en lugares determinados pero están causados por estructuras a distancia. Muchas veces estas estructuras a distancia son vísceras, sí vísceras, el estómago, el hígado, los intestinos… Cuando estos órganos están en disfunción, es decir, modifican su movimiento fisiológico pueden provocar dolores referidos a otras zonas del cuerpo.
Aclaramos que en este artículo cuando hablamos de disfunción visceral hacemos referencia a disfunciones de movilidad, no de funcionalidad. Es decir, la víscera funciona bien pero no se mueve correctamente.
Cuando esto ocurre en vísceras como el hígado, estómago e incluso pulmones este dolor referido puede encontrarse a nivel cervical e interescapular. En dichos casos, normalmente, la sintomatología nociceptiva no suele relacionarse con factores mecánicos, suele ser un dolor difuso, sensación de pesadez e irán acompañados de algún síntoma característico de la víscera en cuestión: digestiones pesadas, reflujos, dispepsia, sensación de falta de aire, dolor retroesternal, entre otros.
Un caso muy característico son los dolores cervicales referidos derivados de hernias de hiato. Estas hernias, a veces asintomáticas, pueden alterar la movilidad estomacal y de esta manera, provocar el dolor cervical.
En estos casos la solución no es eliminar la tensión muscular de la zona que duele si no aumentar la movilidad del diafragma y de la víscera en disfunción.
Si crees que puedes estar en esta situación, no lo dudes, ven a vernos.
Adolfo Rosado Portillo
